sábado, 30 de noviembre de 2013

Creacionismo


El creacionismo es una doctrina filosófica que asegura que cada cosa existente fue creada por una Inteligencia Superior. Las personas que se adhieren a esta doctrina son llamados creacionistas.

Hace aproximadamente 50 años, nació una rama del creacionismo llamada “Teoría del Diseño inteligente”.

El creacionismo y la teoría del diseño inteligente (ID en Inglés por Intelligent Design), no constituyen un cuerpo homogéneo de pensamiento. Dentro de cualquiera de las dos ideologías, encontramos una amplia diversidad de razonamientos, las siguientes son las más importantes:

Creacionistas y/o ID de la Tierra joven: Son aquellas personas, científicos o no, que creen que la Tierra, y en general el sistema solar y el resto de las estrellas del Universo, fue creada por Dios en seis días y hace no más de 10000 años, aproximadamente.

Ellos basan su cronología en el libro del Génesis (hebreo: Bereshit) mediante la suma de las edades de los personajes bíblicos cuando tuvieron sus primogénitos. Por ejemplo, del libro del Génesis leemos lo siguiente:

5:3 “Y vivió Adán 130 años y engendró un hijo… y llamó a su hijo Set.”
5:6 ”Y vivió Set 135 años y engendró a Enós.”
5:10 “Y vivió Enós 90 años y engendró a Kaimán.”

El recuento continúa, pero hasta el nacimiento de Kaimán, el creacionismo y/o ID de la tierra joven dan una edad a la Tierra de 130 años + 135 años + 90 años = 355 años. Los proponentes del creacionismo y/o ID completan esta suma hasta Abraham; luego recurren al registro arqueológico para obtener el número total de años que ellos interpretan como la edad de la Tierra. De esta manera, para los creacionistas El universo en su totalidad tendría apenas 5770 años.

Esa edad cosmológica, evidentemente, no concuerda con la realidad física de nuestro universo, el cual tiene una edad de aproximadamente 14 mil millones de años.

Aún tomando a la Tierra sola, la cifra creacionista es inverosímil porque la edad real de nuestro planeta es cerca de 4 mil 800 millones de años.

Esto demuestra que el Génesis fue escrito por gente común de este planeta cuyos conocimientos de cosmología eran escasos, de acorde a su época. Obviamente, algo así no pudo ser inspirado por el supuesto creador o diseñador del universo. Si así hubiese sido, él, como conocedor absoluto de su creación, no hubiese inspirado mentiras.

Si un niño dibuja un paisaje y uno le pide una descripción de lo que hizo, ese niño nos dará su descripción personal de cada cosa que se encuentra en su dibujo. Pero si uno le pide a otro niño, ajeno a ese dibujo, que te explique cada elemento del dibujo, él nos daría su descripción personal, claro, pero sin saber exactamente lo que el creador del paisaje quiso representar en su dibujo. Lo que es más, el niño ajeno al dibujo trazará anécdotas ficticias sobre la labor del otro niño para tratar de dar una explicación a cada elemento del dibujo. Esto es exactamente lo que le ocurrió a los escribientes del Génesis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario